9 jun 2009

El Perú muestra su indiferencia... otra vez.


Bagua / Perú: La justa lucha de los hermanos indígenas responde a la vulneración sistemática de sus derechos que el gobierno de Alan García viene implementando como parte de la profundización de las políticas neoliberales que se concretaron con la promulgación de una serie de Decretos Legislativos nocivos para el país, en el marco de las facultades especiales brindadas por el Congreso de la República para la implementación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
El gobierno ha demostrado su intransigencia y nulo deseo de dialogar toda vez que las comunidades indígenas vienen expresando su reclamo desde agosto del año pasado e iniciaron una protesta general hace casi dos meses sin ser atendidos realmente por el gobierno.



Masacre en Bagua: Campaña de Desinformación Inaceptable

Por Juan Sheput

El gobierno está utilizando la muerte de miembros de las fuerzas policiales para indisponer a la ciudadanía contra nuestros compatriotas nativos. Esta es una actitud fascista que debe ser denunciada inclusive ante los organismos internacionales.

El gobierno del doctor Alan García ha empezado una campaña publicitaria de la cual no sabe nada el Premier Yehude Simon, quien hoy hizo el ridículo en Cuarto Poder cuando los periodistas le preguntaron por la publicidad contratada por el gobierno sobre los hechos de Bagua. Yehude dijo no conocer la campaña ante lo cual el periodista Tola le dijo ¿qué, no le han consultado? ante lo cual el premier evadió la respuesta.

El hecho es que a estas horas no se sabe la verdad de lo acontecido en Bagua pero debe despertarse en la colectividad un sentimiento de apoyo a las comunidades nativas.
Esta actitud fascista del gobierno me recuerda cuando en agosto de 1939 un soldado nazi murió en extrañas circunstancias en la frontera con Polonia. Este hecho y el sepelio exagerado fue utilizado por el nazismo para indignar a la población alemana contra los judíos y polacos y fue el pretexto para iniciar los ataques que llevaron a la Segunda Guerra Mundial. Salvando las distancias, el gobierno está utilizando las muertes de los policías para poner a la población peruana en contra de nuestros hermanos nativos. Y eso es fascismo y racismo y por tanto estúpido e inaceptable.
Video Parte 1


La orden vino de arriba
Por César Hildebrandt

Ahora estarán frotándose las manos los que pedían sangre y fuego y restablecimiento del orden. Para los pobres -incluidos los policías usados como carne de cañón el "restablecimiento del orden" consiste en plomo a discreción y muerte difusa. En el Congreso también debiera haber algunos arrepentimientos. El de Velásquez Quesquén, por ejemplo, operador rastrero de los designios presidenciales dirigidos a imponer los decretos de urgencia que la Defensoría del Pueblo ya había considerado inconstitucionales.

¿Qué interés puede estar tan por encima del diálogo y la paz?
El interés de lo que John Dos Passos llamó "The big money", título de su inmortal novela sobre ese capitalismo que todo lo devora.

¿Y por qué no funcionó la llamada Mesa de Diálogo presidida por el muy incompetente Yehude Simon?
Porque hubo mala fe de ambas partes. Tanto de Simon, encerrado en la loseta que García le ha puesto como destino y escenario, como de Alberto Pizango, ese misterio pétreo que no sabe de matices sino de victorias maximalistas. Los irresponsables congresistas nacionalistas, que prefirieron un desayuno lento antes que estar a tiempo a la hora del debate, también han puesto su cuota. Y el Apra, convertida en maquinaria presidencial y despojada de toda entidad partidaria, ha hecho lo suyo.

Al momento de escribir estas líneas ignoro, como todo el Perú, cuántos civiles han sido asesinados por las fuerzas del orden y cuántos cadáveres han sido ocultados o quemados al amparo del toque de queda. Lo que sí sé es que once policías han caído cumpliendo la orden de despejar una carretera tomada hace demasiados días.

Y a mí que no me vengan con que hay muertes desdeñables ni cadáveres de segunda clase. Esos once policías son funcionarios públicos que han sido asesinados. Y lo lamento y esas muertes me duelen. Pero el paro de la selva, desatendido por el gobierno, era y es un paro político. Y en la selva los llamados "indígenas" -los que estuvieron antes que nosotros, cuando el Perú era una inmensa arboleda y algunos puñados de cazadores- están hartos de Lima, del gobierno, del Estado, de la autoridad.

Nada justifica el asesinato de los policías. Pero nada atenúa la responsabilidad de Alan García de haber dado la orden de "limpiar el puente y la carretera" justo 24 horas después de que el Congreso, sometido a sus órdenes, se burlara de la selva postergando el debate del decreto de urgencia 1090. Quiso el Congreso, en provocación extrema, que el decreto 1090, ya señalado como inconstitucional por la propia Comisión de Constitución, no fuese derogado, como correspondía, sino derivado a la agenda de la Mesa del Diálogo. Y la Mesa del Diálogo había dejado de existir. De modo que esa burla se convirtió en furia amazónica, en clamor exacerbado y en grito de guerra.

Yehude Simon, a pesar de su aciago papel, no puede cargar con todas las culpas. El responsable de esta tragedia se llama Alan García. Es el mismo Alan García fuera de sí que alguna vez ordenó la matanza de los penales. El mismo Alan García que traicionó en paquete sus promesas electorales y gobernó sentándose a la diestra de Lourdes Flores.

Pedir la renuncia de Yehude Simon es fácil. Responsabilizar únicamente a Mercedes Cabanillas es un gesto insuficiente y radicalmente injusto. Quien exigió que la autoridad se impusiese acribillando a quien fuera necesario es Alan García. Y la primicia la dio el diario "Correo" hace unos días. En efecto, en su sección de datos breves "Correo", informado sin duda desde Palacio, festejó el hecho de que, en una sesión de gabinete, la ministra Cabanillas fuera amonestada "casi a gritos" por su "debilidad" en el caso del paro selvático.

Muy bien. Lo que se llamaba, desde la impaciencia presidencial, "debilidad" era prudencia y humanidad. Lo que García ha vuelto a imponer es su estilo. Su ensangrentado estilo.

Video Parte 2:


Video parte 3:


Ley forestal y de fauna silvestre (D.L. N° 1090)
Aprovechamiento de las tierras de uso agrario (D.L. N°1064)
(Descarga)




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